El Humidificador es un dispositivo compuesto por un recipiente de agua que mediante diferentes sistemas, se evapora y pasa a formar parte del aire de la estancia en la que lo tenemos colocado. Con ello vamos a mejorar la humedad y a favorecer que el aire que respiramos sea menos agresivo para las vías respiratorias, lo que también se traduce en un menor riesgo de que los microorganismos causantes de infecciones respiratorias proliferen. Además, conseguimos que el aire no sea tan seco, lo que evita que produzca irritaciones en la garganta y la piel. Por último, el paso de los resfriados se hace más llevadero si la humedad está entre el 40 y el 60 por ciento. Puede haber humidificadores de vapor frio o de vapor caliente.
En cambio un difusor de aceites esenciales vaporiza en frío dispersando micro partículas de aceite esencial en forma de neblina aromática, que cuando se inhalan de forma totalmente natural, nos aportan sus beneficios, humidifican, sanean y aromatizan el ambiente, transmitiendo una sensación de bienestar. Podemos tener nuestro pequeño spa o jardín japonés en nuestra habitación, con los beneficios que la aromaterapia conlleva. Hay dos clases de difusores: los que utilizan agua y los que no.
No todos los difusores de aromaterapia son iguales, nuestro consejo es que busques un difusor de aceite esencial de calidad, de aceites esenciales puros 100% ecológicos, por sus propiedades antibacterianas y antisépticas.
Los difusores que funcionan con agua se suelen confundir con humidificadores porque ciertamente humidifican el aire cuando se encienden pero de una forma no “controlada”, es decir no hay forma de saber a través del difusor qué % de humedad hay en el aire, a diferencia del humidificador que sí que controla y da información sobre la humidificación en el aire. Si tienes un difusor pero no sabes cómo medir la humedad, entonces tienes que utilizar un higrómetro.
Ambos pueden ser beneficiosos pero para un recién nacido o niño, el humidificador es la mejor opción puesto que hay algunos aceites esenciales que no son recomendados para niños. Siempre antes de tomar una decisión en la compra de aceites esenciales consulta a tu farmacéutico o experto en aromaterapia científica.
Fuentes:
Bebesymas.com
Etsatoma.com
Autora: Carmen Mª García López.