Tratamiento del acné
¿Qué es el acné?
El acné se produce por varios factores. En los folículos pilo-sebáceos nace el pelo y se segrega el sebo, una capa grasa que protege la piel. En la pubertad, algunas hormonas aumentan la producción de este sebo, que obstruye los folículos y forma un tapón, dando lugar a puntos negros y granos. Estos tapones favorecen la proliferación de bacterias que existen en la piel, generando pequeñas infecciones localizadas, los famosos granos de pus.
Acné en el bebé y en la adolescencia
El acné más frecuente es el acné polimorfo infantil y, a partir de la adolescencia, ocurre en el 80% de los jóvenes. Se localiza en zonas ricas en folículos pilo-sebáceos (frente, barbilla, hombros….) y evoluciona por brotes desencadenados por el sol, el estado emocional, el ciclo menstrual, etc.
El acné neonatal se da en el recién nacido, en forma de erupciones acneiformes, consecuencia de factores externos como algunas cremas o medicamentos.
Acné en el adulto
El acné tardío afecta al 15% de los pacientes de 25-30 años y, por encima de esta edad, a muchos pacientes más, sobre todo mujeres. Los cambios hormonales, el estrés o incluso el tabaco pueden hacer que aparezcan estos brotes por sorpresa a cualquier edad.
Recomendaciones para el tratamiento del acné
El problema no es la suciedad, por ello no hay que obsesionarse con la higiene. Las principales recomendaciones son:
- Higiene: Limpieza diaria correcta, no más de 2 veces al día y con un jabón suave, para no irritar la piel. Secar sin friccionar.
- Constancia: Es muy importante ser constante, ya que el tratamiento del acné puede requerir mucho tiempo. Por ello, hay que mantener unos cuidados generales y rutinarios en todos los casos, personalizados para cada situación.
- No apretar los granos: Para evitar las marcas no aprietes los granos, ya que puedes transformar esa lesión que iba a desaparecer en poco tiempo en otra más visible y más duradera que puede dejar una cicatriz.
- Dermocosméticos apropiados: Usar productos libres de aceites o no comedogénicos. Actualmente puedes encontrar gran variedad de cosméticos eficaces y seguros para todos los tipos de piel.
- Dieta y alimentos recomendados: Los alimentos que habitualmente se asocian a agravamiento del acné son los lácteos, los ácidos grasos saturados y las grasas trans. Por lo que deben ingerirse ocasionalmente y en pequeñas cantidades. Otros alimentos podrían servir para la prevención o tratamiento del acné, como ciertas vitaminas (A y E), minerales (zinc, iodo), omega 3 y la fibra dietética. Así, una dieta “anti-acné” sería rica en frutas y verduras, pescado y alimentos integrales.
- Cicatrización: Las marcas van a mejorar con el paso del tiempo y, para acelerar su desaparición, hay tratamientos muy eficaces, como peelings y microdermoabrasiones, que logran resultados muy aceptables.
- Dejarse asesorar: Los profesionales individualizan el tratamiento, en función del sexo, edad y tipo de acné. Además, podrás personalizar el tratamiento con un adecuado diagnóstico facial. Pide asesoramiento a tu farmacéutico.
Autor:
Fran Barreiro
Fuentes bibliográficas:
- IMfarmacias. Acné, un problema sin edad. El medio de la farmacia comunitaria. Número 95. Mayo 2019.
- Norstedt S, Lindberg M. Dietary Regimes for Treatment of Acne Vulgaris: A Critical Review of Published Clinical Trials. Acta Derm Venereol 2016;96(2):283-284.
- Melnik BC. Linking diet to acne metabolomics, inflammation, and comedogenesis: an update. Clin Cosmet Investig Dermatol 2015;8:371-388.