¿Crees que algún alimento te ha provocado o te provoca alguna reacción adversa cuando lo consumes? ¿Sabes diferenciar entre alergia e intolerancia alimentaria? Más del 20% de la población sufre a lo largo de su vida alguna de estas reacciones, por lo que es importante conocerlas y diferenciarlas.
De forma general, una reacción adversa se considera cuando ocurre una reacción perjudicial tras el contacto o consumo de un alimento o alguno de sus componentes. Estas reacciones pueden ser:
- Reacciones tóxicas: Causadas por sustancias tóxicas, como toxinas bacterianas, metales pesados, sustancias químicas (pesticidas, fertilizantes) o contaminantes naturales. En este caso, la reacción depende de la dosis.
- Reacciones no tóxicas: Causadas por sustancias que no son tóxicas, no dependen de la dosis y solo afectan a personas susceptibles o sensibles. En este tipo encontramos:
- ALERGIAS ALIMENTARIAS: Es un proceso inmunológico que puede estar mediado por un tipo de anticuerpos (inmunoglobulina E, IgE) o no (como la enfermedad celiaca). Los síntomas son inmediatos, tras la ingesta del alimento, incluso con cantidades muy pequeñas, y las manifestaciones clínicas son evidentes y parecidas a las alergias (edema, urticaria, eczema, asma o diarrea).
- INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS: Son procesos más difíciles de detectar, con manifestaciones menos claras, que no ocurren de forma inmediata tras la ingesta, sino de forma retardada (trastornos gastrointestinales, dermatológicos, respiratorios…). En este caso, existe una sensibilidad transitoria a ciertos alimentos. Las causas son diversas:
- Metabólicas: Falta la enzima o maquinaria para metabolizar algún alimento. La más conocida es la intolerancia a la lactosa.
- Farmacológicas o químicas: Reacciones anómalas a sustancias presentes de forma natural en los alimentos (histamina, cafeína, alcohol…).
- Otras causas: Se incluyen alteraciones gastrointestinales inespecíficas, exposición a aditivos alimentarios, mecanismos mediados por inmunoglobulinas G o intolerancias psicológicas.
Tras el diagnóstico, en ambos casos, el tratamiento puede ser:
- Farmacológico: Tratando los síntomas clínicos en cada caso, según la gravedad y prescripción.
- Supresión o limitación del alimento que provoca la reacción: En el caso de las intolerancias se puede volver a tolerar el alimento con el tiempo, si se ha reestablecido el problema que la causaba, y con un programa de reintroducción adecuado.
Y lo más importante, recuerda siempre seguir las indicaciones del profesional sanitario.
Fuentes bibliográficas:
- Zugasti A. Intolerancia Alimentaria. Endocrinol Nut, 2009.
- Turnbull JL et al. The diagnosis and management of food allergy and food intolerances. Aliment Pharmacol Ther, 2015.
- Lomer MCE. The aetiology, diagnosis, mechanisms and clinical evidence for food intolerance. Aliment Pharmacol Ther, 2015.
- Food detective.
Escrito por:
Fran Barreiro