(Autor: Fran Barreiro)
¿Qué es la celulitis?
Es un exceso de grasa localizada, acompañada de un problema vascular con retención de agua y una desorganización del tejido. Afecta casi exclusivamente a mujeres, aunque los hombres también puedan tener, y probablemente tiene un origen metabólico en el que intervienen desequilibrios hormonales, circulatorios, hábitos alimentarios incorrectos, estrés, estreñimiento crónico, alteraciones hepáticas, sedentarismo, malas posturas e incluso factores hereditarios. Principalmente afecta a mujeres, aunque los hombres también pueden padecerla.
¿Qué tipos de celulitis existen?
Hay 2 tipos de celulitis según su localización:
- Generalizada: Afecta a mujeres que sufren obesidad. Comienza a edades tempranas y en la pubertad se acentúa en los miembros inferiores, acompañada de trastornos circulatorios. Con el tiempo puede agravarse.
- Localizada: Afecta a zonas determinadas; abdomen, miembros inferiores o superiores, cara, nuca o tronco. Un 15% padecen un comportamiento edematoso que afecta a casi toda la pierna, rodilla y muslo.
Hay 3 tipos de celulitis según sus características, aunque siempre suele haber coexistencia de uno o más tipos a la vez:
- Edematosa: Se caracteriza por un aspecto hinchado, debido a la infiltración de sustancias. Afecta a los miembros inferiores de forma difusa y se ve el signo de “piel de naranja” desde el comienzo de la alteración. Además, se acompaña de pesadez, dolor de piernas e incluso problemas circulatorios.
- Dura: La piel es compacta y difícil de pellizcar. En este tipo es frecuente la aparición de estrías y ondulaciones en la piel que no cambian cuando nos movemos. Esta se reconoce fácilmente pellizcando la piel de naranja.
- Flácida: La piel tiene poca consistencia, cuelga y cambia de forma al presionarla o cuando nos movemos. La celulitis dura puede evolucionar a esta con la edad.
¿Cómo tratamos la celulitis?
Como ya hemos dicho, intervienen muchos factores que producen la celulitis y algunos de ellos no pueden modificarse, como los genéticos. Por otra parte, sí podemos intervenir sobre ciertos aspectos:
1. Hábitos de vida saludables: Aunque parece obvio, no todo el mundo los tiene.
- Controla tu alimentación y disfruta de una dieta equilibrada.
- Bebe mucha agua.
- Recuerda hacer ejercicio varias veces por semana.
- Evita el tabaco y el alcohol.
- No uses ropa muy ajustada ni tacones muy altos.
- El estreñimiento puede hacer que aumenten niveles de toxinas en el cuerpo que repercutan negativamente en la celulitis.
- No abuses de la sal, ya que puede hacer que retengas más líquidos.
- No te expongas de forma prolongada al sol, ya que puede afectar negativamente a tu piel.
2. Tratamientos anticelulíticos: Todas las cremas y demás compuestos que actúan contra la celulitis suelen tener varios principios activos, entre los que destacan los que actúan sobre:
- Circulación: Ruscus, vid roja, castaño de indias… Estos compuestos son venotónicos y fortalecen los capilares sanguíneos, activando la circulación. Así, evitan el edema y favorecen el drenaje linfático.
- Grasas: Cafeína, carnitina, forskolina, fucus, chitosan… Compuestos que tienen acción lipolítica o “quemagrasas”, activan el metabolismo e impiden que las grasas se acumulen.
- Firmeza: Colágeno, ácido hialurónico, retinol, vitamina E, centella asiática… Estos son compuestos reafirmantes, que producen el efecto tensor de la piel. Estos aportan hidratación, densidad y tonicidad (firmeza) a la piel.
¿Qué podemos esperar?
El empleo de tratamientos anticelulíticos junto con hábitos de vida saludables y masajes que ayuden a drenar (en círculos y de abajo a arriba) puede ayudar a prevenir y a tratar la celulitis. Es importante actuar a todos los niveles y no confiar todo a las cremas anticelulíticas, ya que sería un tratamiento incompleto y que podría no dar los resultados esperados. ¡Hay que poner de nuestra parte y cuidarnos de forma constante y completa!
Recordad siempre pedir consejo a un profesional sanitario, como es vuestr@ farmacéutic@ de confianza, ya que juntos podemos dar una alta garantía en el proceso de efectividad de vuestro tratamiento.
Autor: Fran Barreiro