¿Alguna vez te has llevado un medicamento y luego has vuelto a la farmacia a devolverlo porque te has dado cuenta de que ya lo tenías o porque, simplemente, te has equivocado? Esta es una situación que ocurre con mucha frecuencia. Pero, ¿por qué no se puede devolver un medicamento aunque esté precintado?
Por una cuestión lógica y ética, desde la farmacia tenemos que garantizar la seguridad y eficacia de todos los medicamentos, como último eslabón de la cadena de suministro. En las farmacias garantizamos que el producto os llega con todas las garantías de calidad con las que se ha fabricado y lo conservamos en las condiciones óptimas.
Desde el momento en que el medicamento sale de la farmacia, no sabemos en qué condiciones se ha guardado. Y a nadie le gustaría adquirir un medicamento que otra persona haya podido conservar mal, sin ni siquiera ser consciente de ello, y que dicho medicamento ya no sea seguro ni eficaz. En estos casos no podemos asegurar la legitimidad, procedencia, ni estado de conservación
Esto además, queda recogido en el art.2.6 de la Ley 29/2006 de garantías y uso racional de medicamentos y productos sanitarios, en el que “se prohíbe la dispensación, venta o comercialización de cualquier medicamento que sea devuelto o entregado por los pacientes, o el público en general, a las oficinas de farmacia”.
Por todo, os pedimos comprensión cuando os expliquemos la situación. ¡Es por la salud de todos!
Dado que el tema de la conservación de los medicamentos es tan importante, os dejamos con unas recomendaciones para que los guardéis en las mejores condiciones:
- Guardarlos a temperaturas inferiores a 25ºC, prestando especial atención a aquellos medicamentos que requieran condiciones especiales de conservación.
- El botiquín no debe estar en la cocina ni en el baño, para evitar el calor y la humedad.
- Conservar los medicamentos dentro del envase original hasta consumirlos.
- No almacenar medicamentos caducados o que ya no necesites, es recomendable llevarlos al punto SIGRE.
- Debes mantenerlos siempre fuera del alcance de los niños.
Fuentes consultadas:
- Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios.
- Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios.
- Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica.
Autor:
- Francisco Barreiro