Sois muchos los que nos preguntáis el por qué el médico os ha mandado un antihistamínico cuando vosotros no tenéis alergia sino que estáis resfriados o por qué para la gripe no os manda nada con lo mal que os encontráis o simplemente vais al médico a por un antibiótico y volvéis con un “esto no me ha hecho nada”.
En la entrada de hoy, te vamos a explicar el por qué de las prescripciones, las diferencias entre los síntomas y algunos consejos.
En primer lugar y aunque os enfadéis mucho cuando no os lo damos y siempre pedimos receta, hacemos gran hincapié:
Para un resfriado, gripe y mucho menos una alergia… NUNCA DEBEMOS UTILIZAR UN ANTIBIÓTICO, ya que el antibiótico combate las infecciones bacterianas, y la gripe y resfriado son de tipo vírico. ¿Qué diferencia hay? Los 2 son microorganismos pero las bacterias pueden sobrevivir por sí mismas y los virus necesitan un huésped.
Después de este pequeño inciso os vamos a contar en forma de infografía, las diferencias entre las reacciones de nuestro cuerpo hacia estas enfermedades, ya que los síntomas son muy parecidos y nos pueden confundir.
Tanto en la gripe y resfriado como en el resfriado y en la alergia varía la intensidad y duración y es ahí la clave que nos puede guiar. Para tratar la gripe y resfriado común optaremos siempre por preparados destinados a paliar los síntomas, es decir, los antigripales. Y en el caso de la alergia, hasta que no se elimine lo que la produce, no desaparecerá.
Un antigripal normalmente suele estar compuesto por:
- Antihistamínico: para los estornudos, lagrimeo, congestión nasal como la clorfenamina.
- Analgésico/antipirético: para bajar la fiebre y aliviar el dolor, como el paracetamol.
- Descongestivo: para los mocos de la nariz como pseudoefedrina o fenilefrina.
- Antiinflamatorio: para el dolor como el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico.
CONSEJOS:
- Beber abundante líquido: agua, infusiones…
- Mantener una adecuada y rigurosa higiene: lavado de manos, pañuelos desechables, utilizar jabón o geles alcohólicos…
- Ventilar la casa y habitaciones todos los días, también puedes utilizar humificadores y mantener una temperatura confortable alrededor de 24 grados.
- Si fumas, reduce tu consumo o intenta abandonar el hábito.
- Cuidado con los cambios de temperatura y utilizar ropa adecuada.
- Tomar alimentos ricos en vitaminas para mejorar tus defensas como cítricos, verduras…
- Cuando estornudes, protégete la boca y nariz con un pañuelo. No te lleves las manos a los ojos y la boca.
- Si tienes fiebre o molestias muy intensas, consulta a tu médico.
Para cualquier consulta, no dudes en visitarnos.
Fuentes:
- Infografía: medicadoo
Autora: Carmen Mª García López.