Los cuidados de la piel varían en función de sus necesidades y desde la farmacia siempre recomendaremos productos específicos para cada zona del cuerpo.
LA PIEL DE LOS PIES
Nuestros pies son una de las zonas más castigadas y que más olvidamos cuidar y, sin embargo, deben merecer mucha más atención y cuidados por nuestra parte ya que soportan todo el peso de nuestro cuerpo y, además, la planta sufre un roce diario y constante.
La piel del pie es diferente a la del resto del cuerpo: el estrato córneo es más grueso, proporcionándole mayor resistencia y dureza. Existen muy pocas glándulas sebáceas, esto quiere decir que la piel no es “impermeable” y se produce mayor desecación. Por el contrario, existen muchas glándulas sudoríparas que hacen que en los pies se acumule sudor, un medio favorable para la proliferación de bacterias y mal olor.
Alteraciones más frecuentes:
- Sequedad: la piel es propensa al agrietamiento y la descamación. La epidermis (capa más superficial de la piel) se endurece y se producen acúmulos que forman engrosamientos. Todo esto conlleva a la formación de durezas, callosidades e hiperqueratosis. Estas imperfecciones se pueden tratar de forma mecánica mediante una lima o piedra pómez, o bien, de forma química utilizando productos que contengan urea, ácido salicílico, etc.
- Hiperhidrosis: se trata de una sudoración excesiva que, si además no se emplea un calzado apropiado, hará que el sudor se acumule dentro del mismo y produzca una atmósfera cálida y húmeda apropiada para el crecimiento de hongos y bacterias, generando el desagradable “olor a pies”.
- Pie de atleta: es una infección fúngica que suele comenzar en la membrana interdigital del dedo pequeño y su contiguo.
- Juanete: es una deformación en la base del hueso del dedo gordo causada por el uso de calzado inapropiado, por genética o por enfermedades que deforman el hueso.
- Verruga: es una protuberancia en forma de grano y es de origen vírico.
- Uñero: es una inflamación producida por la uña que se clava en los bordes de la carne.
- Sabañón: es una inflamación rojiza acompañada de picor y dolor, que se produce por una mala circulación y por un clima frío y húmedo. Por ello, suele ser más frecuente en invierno.
Recomendaciones generales:
- Lavar a diario los pies con agua tibia y secarlos completamente, con especial cuidado en los espacios interdigitales (entre los dedos).
- No usar elementos cortantes, como cuchillas, para eliminar callosidades.
- Utilizar crema hidratante pero sin aplicarla en los espacios interdigitales, ya que puede dar lugar a maceración.
- Emplear talco para mantener el pie seco.
- Usar calzado adecuado y que facilite la transpiración.
Productos indicados:
- Cremas de pies: proporcionan hidratación, elasticidad y suavidad en la piel y ayudan a evitar la formación de grietas. Su formulación suele ser parecida a las cremas de manos, pero las de los pies son más ricas en activos grasos y suelen incluir algún antiséptico.
- Polvos para pies: sirven para aprevenir y tratar la hiperhidrosis.
- Sales de baño: se añaden al agua para lavar los pies y ayudan a eliminar el exceso de humedad de la piel.
LA PIEL DE LAS MANOS
Las manos son una de las zonas más expuestas a las agresiones externas: agua, agentes alcalinos y factores climatológicos como el frío y el viento. Estas agresiones pueden provocar desecación, grietas, sabañones, eccemas y envejecimiento prematuro, además del aumento del pH de la capa córnea.
Recomendaciones generales:
- Al lavar las manos, es mejor usar productos sin alcohol y perfumes no agresivos.
- Usar jabones suaves y evitar usar agua muy caliente. Al acabar, secarlas minuciosamente con una toalla de algodón.
- Es importante tener en cuenta que cuando lavas las manos, además de eliminar suciedad y bacterias, también estás rompiendo la barrera de protección natural de la piel y por eso es conveniente evitar el uso de productos fuertes y que apliques frecuentemente crema hidratante.
- Usar guantes de goma o látex para realizar tareas domésticas, así evitarás que tus manos estén en contacto directo con detergentes y productos químicos.
- Realizar un peeling semanal para exfoliar la piel y eliminar las células muertas de las manos.
Productos indicados:
- Limpiadores: jabones suaves con un pH poco ácido.
- Cremas hidratantes: además de hidratar, se absorben rápidamente y tienen una textura ligera, lo que facilita que no dejen residuos grasos tras su aplicación.
- Cremas barrera: son fórmulas que actúan a modo de “guante”, creando una película protectora sobre la epidermis y protegiendo, así, la piel del contacto con agentes irritantes (detergentes, disolventes, insecticidas, etc.).
- Fotoprotectores: su uso es primordial para prevenir las manchas y el envejecimiento.
Otra zona que hay que recordar a la hora de cuidar nuestras manos es la uña.
Consejos para el cuidado de las uñas:
- Aplicar cremas o aceites para las uñas y cutículas a diario, ya que te aportan nutrientes e hidratación.
- Evitar el agua caliente y usar en su lugar agua tibia y jabones neutros.
- Emplear esmaltes de buena calidad y unas buenas bases protectoras.
- Usar quitaesmaltes para desmaquillarlas, nunca rascarlas. Es mejor si optas por un quitaesmalte sin acetona, ya que es un ácido que acaba perjudicando las uñas.
- No te cortes las cutículas, retíralas si son muy evidentes con ayuda de una espátula específica.
- El mejor momento para cortar las uñas es después del baño o la ducha ya que en ese momento están reblandecidas. A la hora de limarlas, es preferible hacerlo en seco.
DIETA PARA MEJORAR LA PIEL DE PIES Y MANOS
Seguir una dieta saludable también ayudará a que tus pies y manos luzcan un aspecto más sano. Estos son algunos consejos alimentarios que puedes seguir:
- Para tener unas uñas fuertes y sanas, es conveniente tomar alimentos ricos en calcio que, además, evitan que con el tiempo tus huesos sufran una descalcificación. Los encontrarás en almendras, avellanas, leche, garbanzos, avellanas, naranjas, cebollas, zanahorias, etc. Para absorber mejor el calcio, es recomendable tomar alimentos con vitamina D como huevos o atún, alimentos con vitamina K como espinacas, lechugas, col o soja y alimentos con vitamina B6 como los cereales.
- Toma gelatina diariamente ya que te ayudará a mejorar el estado de tus uñas, haciendo que crezcan rápidamente y fortaleciéndolas.
- Toma también alimentos ricos en azufre y silicio como el pescado, el brócoli y la cebolla.
Recordad que el cuidado de los pies y las manos no es sólo cuestión de estética, es cuestión de salud.
FUENTES
- Revista “Farmaventas. Salud y consejo farmacéutico”. Nº132. Págs 90-91.
- Web “Nutrición y salud”. Cuidado de pies y manos.